

Aunque creías que este momento no iba a llegar nunca… ¡ya estás oficialmente de vacaciones! ¿Y esa cara? ¡Ah, claro! Entendemos que tu falta de alegría y entusiasmo pueda deberse a que te toca estudiar este verano… pero ¡stop dramas! Sí, es cierto que tener estos meses liberados para descansar y divertirte con tus amigos sería perfecto, pero que tengas que estudiar no es la mayor de las desgracias. Si te organizas bien, ¡hay tiempo para todo! Aquí te dejamos una serie de consejos que seguro agradecerás si te toca estudiar durante estos meses.
¡Estudiar en verano no es para tanto!
Estudiar en verano puede parecer una tarea ardua, especialmente cuando todas las personas de tu entorno disfrutan de las vacaciones. Sin embargo, con una buena planificación y algunos consejos prácticos, puedes aprovechar al máximo tu tiempo de estudio y lograr tus objetivos académicos sin sacrificar tu bienestar ni perder estos meses tan especiales.
Aquí te presentamos algunas recomendaciones para ser efectivos, aprovechar bien el tiempo y no agobiarse mientras estudias en verano.
1. Establece metas claras y realistas para confeccionar un calendario
Antes de empezar a estudiar, define qué quieres lograr. Y el primer paso es tener claro a cuántas asignaturas quieres presentarte en septiembre. Comenzar a estudiar un poco de varias no tiene sentido y estarás desaprovechando tu verano, por lo que lo mejor es tener claro qué exámenes quieres preparar para ir a por ellos.
Y una vez lo hayas decidido, dedica una mañana a hacer un calendario de estudio para que siempre sepas qué te toca estudiar. Establece metas específicas, medibles, alcanzables y relevantes para cada día. Por ejemplo, «Hoy quiero leer el tema 5 y dejarlo resumido».
2. Elige bien el horario de estudio
Ahora que tienes claro a qué vas a presentarte y has fijado un ritmo realista en un calendario, llega la hora de elegir el horario. Organiza tu tiempo creando un horario de estudio diario, al menos de lunes a viernes, y que incluya horas específicas para leer, hacer resúmenes y esquemas, estudiar y descansar.
Asegúrate de ser realista con la cantidad de tiempo que puedes dedicar a cada tarea y de incluir pausas regulares para evitar el agotamiento. Y sobre todo, piensa en un horario en el que sepas que no te pierdas nada de lo que hacen tus amigos para evitar la frustración y estar pendiente de sus redes sociales constantemente. ¿Y si haces el esfuerzo y madrugas para tener tus objetivos de estudio cumplidos a media tarde? De esta forma, todavía podrás aprovechar un poco de playa o piscina y participar en muchos eventos sociales que te ayudarán a despejar, al margen de que a primera hora serás más productivo y avanzarás más.
3. Encuentra un lugar de estudio adecuado
Si durante el curso académico vives en un piso de estudiantes compartido o en una residencia universitaria, también te toca encontrar un espacio de estudio para estos meses de verano. Elige un lugar tranquilo, ventilado, silencioso y libre de distracciones para ser más productivo/a. Puede ser una biblioteca, una habitación en tu casa o cualquier lugar donde te sientas cómodo y concentrado. Asegúrate de tener todos los materiales necesarios a mano para evitar interrupciones constantes.
4.- Utiliza técnicas de estudio eficaces
Existen diversas técnicas de estudio que pueden ayudarte a retener mejor la información y a ser más productivo, algo que agradecerás si tienes que estudiar en verano. Algunas de esas técnicas efectivas son las siguientes:
- Mapas mentales: para organizar y relacionar conceptos. Esta técnica te puede venir muy bien si sabes que los exámenes serán tipo test.
- Fichas de estudio: para repasar conceptos y definiciones claves. Además, su confección hará que memorices muchos aspectos de la materia sin darte cuenta.
- Lecturas rápidas: para tomas de contacto y repasos finales vienen muy bien, siempre que sean lecturas comprensivas y efectivas.
- Resúmenes de materias: para hacer un buen resumen debes comprender muy bien la materia, tenerla muy clara para ir a lo importante. Esta técnica te ayuda a comprender, retener y memorizar, además de que siempre será mucho mejor repasar un contenido resumido en menos cantidad de folios.
5. Evita la procrastinación
La procrastinación puede ser un gran enemigo durante el verano. Es lógico que no tengas ganas de estudiar y busques cualquier excusa para posponer el momento. Pero piensa que, cuanto antes cumplas con la jornada de estudio que tienes prevista, antes podrás disfrutar del verano. Por eso, procura combatir la procrastinación dividiendo tus tareas en partes más pequeñas y manejables, y empieza por las más fáciles para ganar impulso. Establece un sistema de recompensas para mantenerte motivado, como disfrutar de un baño en la playa.
6. Mantén una vida sana y equilibrada
Es importante no descuidar otros aspectos de tu vida mientras estudias, y más especialmente en verano que no podemos olvidar que es un periodo para el descanso y la desconexión. Dedica tiempo a hacer ejercicio, socializar y realizar actividades que disfrutes. Mantener una vida equilibrada te ayudará a reducir el estrés y a mantener una actitud positiva.
El bienestar físico y mental también es crucial para un estudio efectivo. Asegúrate de dormir lo suficiente, comer de manera saludable y mantenerte hidratado. Practicar técnicas de relajación como la meditación o el yoga puede ayudarte a manejar el estrés y la ansiedad.
Y ya solo nos resta darte muchos ánimos si tienes que estudiar en verano. Pero piensa que tienes dos meses por delante a los que puedes sacar mucho partido con una buena organización y manteniéndote positivo/a.