

Cada año por estas fechas, miles de estudiantes de nuestro país comienzan a ser un manojo de nervios. Obviamente, el motivo es que se acerca la EBAU o prueba para acceder a la universidad, un reto determinante para su futuro académico y profesional.
Superar esta prueba, y hacerlo con buena nota, se convierte en el puente imprescindible para alcanzar una plaza en la carrera deseada. Pero como decíamos, no basta con aprobar: las notas de corte marcan el acceso a cada titulación y pueden llegar a ser especialmente exigentes en facultades como Medicina, Ingeniería Aeroespacial, Traducción e Interpretación o doble grado en Derecho y ADE. Por ello, preparar la EBAU adecuadamente es crucial y hoy nos gustaría ofrecerte unos consejos prácticos para hacerlo.
¿Cuál es el objetivo de la EBAU?
La EBAU tiene como objetivo evaluar de forma homogénea los conocimientos adquiridos durante el Bachillerato y medir la capacidad del estudiante para afrontar estudios superiores.
Esta prueba consta de una parte obligatoria —que valora asignaturas troncales como Lengua Castellana, Historia, Lengua Extranjera y una materia específica de modalidad— y una parte voluntaria, que permite subir nota con asignaturas específicas relacionadas con la rama del conocimiento de la carrera a la que se desea acceder.
Aunque se trate de un examen común en todo el país, las universidades ponderan de forma diferente las asignaturas según la titulación, lo que añade una capa de complejidad a la preparación. De ahí la importancia de seguir una estrategia personalizada para preparar la EBAU que ayude a obtener la máxima calificación en aquellas materias que más puntúan en los estudios que se quieren cursar.
¿En qué se basan las notas de corte?
Las notas de corte no son fijas ni las determina el Ministerio de Educación, sino que varían dependiendo de la oferta y la demanda de plazas en cada carrera. Cada universidad asigna un número limitado de plazas a cada titulación, y los estudiantes acceden según su nota de admisión, desde la más alta hasta cubrir el cupo.
La nota del último estudiante admitido en ese proceso se convierte en la nota de corte para ese año universitario y punto de partida para el siguiente.
Por tanto, una nota de corte elevada no indica que haya un mínimo exigido muy alto de entrada, sino que refleja lo competitiva que ha sido esa titulación en el proceso anterior. Por ello, las notas pueden variar cada año según la demanda. Además, algunas universidades públicas ponderan más ciertas asignaturas en la fase voluntaria, por lo que es clave conocer cómo afecta cada materia a la nota final.
Consejos prácticos para preparar la EBAU
1.- Planificación anticipada y realista
No se trata solo de estudiar mucho, sino de hacerlo bien. Es imprescindible diseñar un calendario de estudio a varios meses vista, distribuyendo las asignaturas en función de su peso en la nota final y del nivel de dificultad personal. Un plan realista permitirá repasar todo el temario sin agobios de última hora.
2.- Conocer la estructura del examen
Familiarizarse con el formato de cada prueba es esencial. Estudiar con modelos de exámenes de años anteriores permite entender la tipología de preguntas, gestionar el tiempo de respuesta y disminuir la ansiedad. Además, muchas comunidades publican criterios de corrección que conviene estudiar a fondo.
3.- Priorizar asignaturas que ponderan más
Cada carrera valora de forma distinta las asignaturas de la fase voluntaria. Por ejemplo, para acceder a una carrera de ciencias de la salud, materias como Biología o Química pueden ponderar el doble que Historia del Arte. Estudiar estas materias estratégicamente puede marcar la diferencia entre quedarse fuera o ser admitido.
4.- Técnicas de estudio eficaces
El uso de resúmenes, esquemas, mapas conceptuales y autoevaluaciones puede mejorar la retención de la información. Además, técnicas como Pomodoro (alternancia de períodos de estudio y periodos de descanso) favorecen la concentración y evitan la fatiga mental.
5.- Cuidar el bienestar físico y emocional
Dormir bien, hacer ejercicio regular y mantener una alimentación equilibrada son factores clave para un rendimiento óptimo. Asimismo, es fundamental aprender a gestionar el estrés y la presión. Técnicas de respiración o mindfulness pueden ser herramientas muy útiles durante la preparación y el examen.
En definitiva, preparar la EBAU o prueba de acceso a la universidad con éxito implica mucho más que memorizar contenidos. Requiere estrategia, constancia y autoconocimiento. Si el objetivo es ambicioso, como entrar en una carrera con una nota de corte elevada, cada punto cuenta. Y empezar con una buena planificación es el primer paso hacia el éxito.