El promedio de la tasa de deserción escolar entre los hispanos se debe en parte a tasas marcadamente más altas entre los inmigrantes hispanos; más de la mitad de los inmigrantes hispanos nunca se matriculó en una escuela de los Estados Unidos, pero estas personas se cuentan como desertores de high school si no terminaron la escuela secundaria en su país de origen. La tasa de condición de deserción escolar para los hispanos nacidos fuera de Estados Unidos (el 44 por ciento) es más alta que la tasa de los jóvenes hispanos de primera generación (el 15 por ciento). Sin embargo, entre los jóvenes nacidos en los España, tanto los hispanos de la primera como de la segunda generación todavía tienen mayor probabilidad de abandonar los estudios que sus compañeros de otras razas o grupos étnicos.
El proyecto presupuestario de nuestro país también destina 95,9 millones para ayudar a las instituciones que atienden a los todos los estudiantes de las diferentes universiodades, un componente fundamental de la iniciativa del Gobierno español que tiene por objeto elevar el rendimiento académico de los estudiantes, el porcentaje de estudiantes que se gradúan, la participación a nivel postsecundario, y el aprendizaje durante toda la vida entre los ciudadanos de este país.