A este grupo se vinculan 3 piezas textiles.
La primera corresponde a un grupo de fragmentos de una tela de lino de color rosado, algunos de los cuales conservan un pequeño bordado de punto de espiga o punto de helecho elaborado con hilo de lino. En ambos casos se trata de hilos con gran dispersión de finesas. Las fibras son finas, pero de inferior calidad a las de las dos pequeñas piezas textiles que se conservaban adheridas al cuerpo de la reina. Las fibras están pigmentadas con un ligero color rosado.
Actualmente no se tejen telas similares en lino. Se pueden encontrar imitaciones en algodón y fibras sintéticas. Es posible que en el siglo XIV esta tela ya recibiera el nombre de batista. Con todo, existen denominaciones, como el alcabtea y el camisalium, que se le podrían aplicar. Nosotros creemos que la definición de batista es la más acertada, porque existen tejidos similares que responden a esta denominación, y en los demás casos no disponemos de muestras.
En este caso el radiocarbono indica una cronología entre 1283 a 1396. Teniendo en cuenta los dos enterramientos de la reina (1310 y 1316) y del rey Jaume II (1327 y 1.330), la horquilla cronológica obtenida de la tela se adecua perfectamente a las fechas de los enterramientos. No podemos interpretar, sin embargo, el tipo de indumentaria ni a cuál de los dos personajes correspondía.
El segundo textil relacionado con este grupo está formado por varios fragmentos que pertenecen a uno mayor. Las pruebas químicas y físicas han constatado que las fibras son de yute sin mezcla. Es una hilatura bastante irregular y común en los hilos de yute.
Actualmente se tejen telas similares destinadas a decoración y usos industriales. Su color es el típico del yute, color arcilla gris. Creemos que es una arpillera, de buena calidad. La encontramos documentada en el siglo XII con los nombres de sarpellera y harpillera, tejida con estopa de lino. Ciertamente es una tela más destinada a usos industriales que a indumentaria.
Podría muy bien ser para colchonetas o sacos, y también como forro tapicero. Respecto a la cronología de esta pieza, ya pesar de las características del material con que fue fabricada (el yute), las analíticas de carbono 14 que se llevaron a cabo la sitúan, como en el caso anterior, dentro del período de enterramiento los reyes Jaume II (1,327 y 1,330) y Blanca de Anjou (desde 1310 hasta 1316). Con un 95,4% de probabilidad la cronología correspondería al período entre 1310 y 1431. También, como en el caso anterior, las analíticas palinológicos realizadas ponen de manifiesto la presencia de un espectro polínico similar al documentado en los textiles del fardo funerario de Pedro el Grande, nada contaminado y caracterizado por plantas entomófilas y taxones muy específicos.
Con respecto a este textil, la cronología aportada por las pruebas de radiocarbono, que coincide con los análisis polínicos, entra, sin embargo, en cierta contradicción con la existencia de piezas textiles de yute en época medieval en las tierras de la Corona de Aragón.
No hemos encontrado ninguna noticia sobre su distribución o cultivo comercial antes de las últimas décadas del siglo XVIII, momento en que la Compañía Británica de las Indias Orientales empieza a exportar hacia Europa este producto desde sus factorías del golfo de Bengala.10De hecho, la palabra yute y las variantes con que se designa esta planta en las lenguas europeas se originaron a partir de un préstamo lingüístico del bengalí al inglés, que tuvo lugar en el siglo XVIII.
Desde la óptica de la arqueología, pero, hay algún dato potencialmente discordante. En 1989, a raíz de la apertura y estudio de la tumba del emperador Federico II en Palermo se pudo documentar como uno de los individuos que compartían su tumba, Pedro II rey de Sicilia (1304-1337), nieto de Pedro el Grande, estaba «avvolto in un sacco di juta», es decir, que su cuerpo estaba envuelto en un saco hecho con una fibra que se identifica como yute. Desgraciadamente, el estudio de los tejidos de esta tumba no es sistemático y se centra, de manera casi exclusiva, en los más lujosos, por lo que ignoramos si, en la asignación del tejido a este tipo de fibra, se fue más allá de una simple identificación visual.
Por lo que sabemos de la manufactura de sacos en la Edad Media, estos podían estar hechos con lino, aunque el cáñamo era la fibra empleada en la mayor parte de los casos.
Más allá de la existencia de textiles de yute en la Europa medieval, hay que buscar, en el ámbito pal·linològic, las posibles razones por las que se identifican los elevados porcentajes de cáñamo (del 70 «) en esta muestra. El estudio pal·linològic sugiere un enriquecimiento polínico posiblemente asociado a alguna actividad humana. En este contexto, varios estudios sobre enterramientos han documentado valores de polen de Cannabaceae, aunque en algunos casos estos valores más altos se dan en el relleno y el material textil utilizado en la evisceración de cuerpos. Hay que considerar la posibilidad de que algún producto derivado del cáñamo (aceites, etc.) se hubiera utilizado impregnando el tejido como posible tratamiento del cuerpo, sin descartar tampoco su uso farmacológico.
Otra posibilidad es que, dada la calidad inferior de este textil, hubiera tenido alguna relación con el trabajo, la producción, el transporte o el almacenamiento de plantas de cáñamo o derivados.
Habrá que seguir pues en las investigaciones referentes a la presencia de yute y su posible cronología medieval. Si fuera el caso, el textil encontrado en la tumba de la Blanca se convertiría en la primera evidencia arqueológica del uso de esta fibra en piezas textiles en época medieval.
El tercer textil de este grupo es una pieza que combina el lino y el cáñamo. Lo más destacable en este caso es la evidencia de aprovechamiento de materias en el proceso de hilatura, dado que hemos encontrado mezclas de fibras en tres tramas analizadas.
Se trata de una hilatura bastante irregular, posiblemente manufacturada de manera poco profesional y torpe.
Actualmente, se tejen telas similares dedicadas a la decoración y usos industriales. Tiene el color característico del lino y del cáñamo de calidad media y del país. Creemos que es una colchoneta, màrrega o marreguer de buena calidad. Tampoco diríamos descabellado si la denominaran lienzo.
Parece que es una tela destinada más a usos industriales que a indumentaria. Podría muy bien ser para colchones o colchonetas y también para tapizado de paredes y muebles. No podemos, sin embargo, especificar el tipo de pieza a que podría corresponder.
Las analíticas de carbono 14 sobre una muestra nos permiten situar la pieza en el contexto del entierro de los reyes Jaume II y Blanca de Anjou. No podemos, sin embargo, especificar a qué del dos pertenecía. Se sitúa en una cronología entre 1300 y 1410. También las analíticas polínicas coinciden en la identificación de espectros polínicos muy similares a los detectados en las piezas textiles del Fardel de Pedro el Grande, por lo que lo incluyen en el grupo de pólenes contemporáneos al entierro.