Es posible que te encuentres en ese momento en el que debes elegir carrera universitaria. Es una elección complicada en la que influyen muchos factores.
Parece que toda nuestra vida está condicionada por esta decisión, cuando en realidad podemos cambiar de rumbo si así lo deseamos.
Hay quienes tienen muy clara su vocación y elegir carrera no es un problema. Sin embargo, la mayoría de personas tienen dificultades para decidir a qué quieren dedicarse el resto de sus vidas.
Esta decisión tan importante puede dejarnos agotados. Pasamos mucho tiempo dedicándole atención y poniendo el foco en ella. Pero también necesitamos dejar descansar nuestra mente para ver con claridad. Sigue estos consejos para el cansancio mental y cuando te sientas preparado, es hora de investigar.
Es cierto que parece una cuestión de vida o muerte, pero todos sobrevivimos a ella y tú también. Quizá solo necesitas un poco de ayuda. Vamos a darte unas claves para tomar esta importante decisión.
Consejos para elegir carrera universitaria
No todos nacemos con una clara vocación y puede que lo que nos gusta hoy, nos deje de gustar mañana. La decisión de estudiar un grado u otro puede cambiarse, pero te dará seguridad seguir estos consejos para que tu primera decisión se acerque a lo que realmente quieres.
- Piensa en que lo te gusta de verdad: elegir tu futuro en base a la demanda laboral puede ser una gran elección o una tortura. Si eliges algo que no te gusta, es posible que termines por odiarlo. Haz una lista de todo aquello que te apasiona y luego investiga qué estudios lo incluyen o te encaminan hacia ello. ¿Dónde te ves en diez años? ¿Y en veinte?
- Identifica tus habilidades: si se te dan muy mal las matemáticas y quieres ser matemático, puedes conseguirlo, pero puede acabar con tu energía. Potencia tus habilidades, pregunta a tus familiares y amigos en qué eres bueno. Anota tus aptitudes académicas y personales. Esta lista y la anterior te servirán de guía para elegir qué estudiar.
- Identifica tus metas: es posible que las tengas claras o todo lo contrario. De hecho, lo normal es que tus metas vayan cambiando a lo largo de tu vida. La importancia que le damos a algunas cosas no va a ser siempre la misma. Sin embargo, la esencia permanece y si eliges una carrera que no concuerde con tus metas, te encontrarás desmotivado y te costará mucho avanzar.
- Haz cuentas: ojalá esta parte no fuera decisiva, pero lo es. Investiga todo tipo de universidades y centros públicos y privados. Calcula cuántos años te llevará estudiar y qué coste supondrá. Esta cuenta es crucial para poder finalizar tus estudios sin agobiarte. Recuerda además que existen muchas becas que no se anuncian, investiga a fondo.
- Habla con personas que trabajan en el sector que te gusta: y si no conoces a ninguna, búscalas a través de sus webs o de las redes sociales de empleo. Esto te abrirá mucho los ojos para no idealizar u odiar ningún campo. Es posible que te lleves alguna sorpresa y podrás conocer los aspectos positivos y negativos de verdad.
- Sé flexible: sabemos que esta decisión parece determinante y para siempre. Date tiempo para pensar qué quieres, qué te gusta, qué se te da bien. Investiga con calma. Recuerda que no tienes que complacer a nadie, sino hacer lo que a ti te haga feliz. Recuerda también que en cualquier momento puedes cambiar de rumbo e incluso hacer un descanso y dedicarlo a unas prácticas o un voluntariado mientras decides cuál será tu siguiente paso.
Elegir una carrera universitaria no es fácil, pero saber que es una decisión flexible puede ayudarte a tomar la decisión.
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